...presento una foto de mis años infantiles. Creo que tengo 9 ó 10 años. La idea fue por Nolo y su foto blog. La fotografía es de una mítica Navidad o Año Nuevo que pasamos en mi siempre amada casa de Tuxtpec Oaxaca sin visitas. Quizá dirán que diciembre ya pasó, pero lo que rescato de la foto es la anécdota: para la celebración, mi mamá se la pasó cocinando desde temprano muchísima comida mientras nosotros tres picábamos de todo y jugábamos. A la mera hora de sentarnos a cenar, ninguno tenía hambre. Tuvimos muchos problemas para meter todo lo preparado en el refri y recuerdo muy bien cómo mi mamá estaba molesta y se quejaba de lo desconsiderados que fuimos con ella por no valorar todo lo que trabajó.
Hoy estoy de su lado. Me molesta en sobremanera que piquen mientras estoy cocinando o que dejen sobras/vicios/poquitos en el plato.
Pero bueno, lo que quería escribir es que de unos años para acá, me rodean niños. Sobrinos y primos sobre todo. Siempre están llenos de energía (menos cuando enferman que se van al suelo rapidísimo) y quieren siempre jugar. Los niños toman las cosas de una forma tan sencilla y bueno, yo que soy complicada y deseo tener el control hasta del clima, me apaniquean. Me es imposible hacer que un niño tome conciencia del sacrificio de los padres. Sigo sin sentirme capaz de aventarme a tener hijos, ni siquiera adoptados. Todos me dicen que son maravillosos y que uno aprende mucho y un laaaarguísimo etc. que suena a lugar común. Me aferro: no quiero niños, pero por favor, que no dejen de rondarme. Feliz día del niño, niños míos.
YA SE ESTÁN ACABANDO
Hace 1 hora
4 comentarios:
Curioso tu post... muy curioso. Sobre todo si consideras la actitud maternal y la capacidad de dar a los que te rodean en la forma en la cual lo haces.
Entiendo perfectamente el sentimiento de tu mamá y comprendo de alguna forma lo que debe estar pasando por tu cabeza. Hacer que un niño entienda el esfuerzo que hace un padre por sacarlo adelante, por cumplirle sus caprichos o simplemente por dar en la forma en que sólo los padres pueden hacerlo, es algo muy complicado... casi imposible.
Tal parece que en el momento en el cual nosotros somos capaces de comprender todo ésto es cuando la vida nos indica que ya estamos listos para continuar con nuestras tareas biológicas sobre este planeta.
Sabes? En este momento tampoco deseo un hijo pero lo más curioso es el poder ver que a futuro se encuentra en mis planes. algo que hace poco me hubiera negado a aceptar. De repente los niños se ven bonitos y eso me paniquea jejeje.
Pero si, los niños suelen ser bastante satisfactorios y son capaces de sacarte sonrisas y lágrimas... tanto de felicidad como de enojo (sonrisas de enojo... seré psicópata?). Les envidio mucho su perspectiva de la vida, tan... simple.Además eran los momentos en los cuales cualquiera junto a ti se convertía en tu mejor amigo por simplemente ser tu cómplice en la travesura del momento.
Feliz día del niño para tí también, que se que por dentro al igual que muchos de nosotros no lo dejarás de ser y espero que nunca deseches a Chibi-Ale!!! :)
¡Qué linda foto! Cielos, no has cambiado nadita jajaja.
Yo tampoco quiero niños, y entonces salgo a caminar, los veo, y me convenzo de que valen la pena, aún si nunca llegan a apreciar el esfuerzo, pero todavía no lod deseo tanto, quizá algún día =)
Y concuerdo, déjese abrazar por la amnesia intelectual o laboral o la que sea, sumérjase usted en la paz que nos llega dde forma inesperada pues es la que más hace falta... ¡y por favor no me hable de qusadillas que llevo meses sin probarlas! Abrazo.
quique se ve taaaaaaaaaaaaaan tierno :D
rafa tiene la misma mirada... scary.
y ale... tan adorable como siempre
saludos a todos :D
Pues te diré que de un tiempo para acá siempre me esfuerzo por hacer un platillo (sí, yo) bonito, rico, poco usual. Cada uno de nosotros (papá, mamá y hermana) hace el suyo, de a montones, como si fuese a comer un regimiento y a la hora de la hora apenas los probamos (y comemos recalentado por dos semans, of course, que la comida no se tira). Pero no nos enojamos, en el fondo no creo que sea una cuestión de ingratitud o incomprensión, sino de que sobrevaloramos la fecha. Es decir, que sea 24 o 31 de diciembre no hará que tengamos el estómago más grande, ni que tengamos más hambre.
Si consideramos, además, que en mi casa ya no hay niños, no creo que sea privativo de ellos la incapacidad (o falta de voluntad) de reconocer el "sacrificio" de los padres; o en nuestro caso, incluso de los padres con los hijos.
También es que no es fácil entender que para unos las cosas no tienen la misma importancia que para otros. Mis papás me cuentan que cuando ibamos a McDonalds siempre pediamos la cajita feliz, pero nunca comíamos, solo queríamos el juguete. Algunos podrían decir que eramos ingratos porque no apreciabamos el esfuerzo que hacían, pero dentro de mi lógica, ellos no me estaban comprando comida, me estaban comprando un juguete que venía con comida (++), así que no era ingrata porque los juguetes los desquitaba como el que más. Tampoco creo que esto sea privativo de los niños.
Bottomline, creo que "tener o no tener hijos" tiene más que ver con tener la voluntad de involucrarse con otro ser humano y eso, man, that's scary.
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