martes, 28 de junio de 2011

...terminamos la primera lectura...

…el ejercicio consistía en hacer comentario de texto. La lectura fue el capítulo tres del libro “Diseño Digital” de Javier Royo (Paidós, 2004) “Historia del diseño digital y desarrollo de la interfaz gráfica de usuario”. Llama mi atención la definición de “interfaz” como la aplicación del lenguaje sobre los instrumentos, o sea, la creación de un espacio de uso (p.61). Gracias a esta definición, ubica registros de más de tres millones de años de antigüedad, años similares al de los Jia-gu-wen chino. Cuando estuve revisando el concepto de libro en materias anteriores, el problema se encontró en la definición de su interfaz puesto que la forma, era sólo un pretexto, pero lo que no tenía forma de libro, difícilmente se le llamó libro. Saber qué es un libro tiene que ver con la identificación de su forma, pero también de su contenido y, viéndolo un poco más extendido, es el problema de otra materia en torno a la figura de la metáfora simbólica.

El hombre a diferencia de los animales crea herramientas a manera de extensiones de su cuerpo. Nosotros empleamos prótesis, extensiones de nuestro cuerpo para ampliar las capacidades de nuestro cuerpo. Las herramientas se asimilan y las hacemos parte de nosotros como se planea la idea de la antropología del diseño de Fernando Martín Juez (Contribuciones para una antropología del Diseño, Gedisa, 2002). Lev Vigotslki clasificó a las herramientas en dos grandes tipos: las herramientas per sé y los signos, es decir, las herramientas mentales.

Esta clasificación también puede corresponder la propuesta de Royo con la idea de que ver la historia de la evolución de la interfaz es hacer una revisión de los factores físicos y los humanos. Las personas no sólo comprendemos y usamos una herramienta como lo es una interfaz, sino que además la asimilamos y la hacemos parte de nuestra cotidianeidad al punto que podemos considerarla como un elemento perenne en la historia de la humanidad.

Llegar a la concepción de una computadora personal portátil, con acceso a internet, cierto tipo de sistema operativo, batería y un touch pad como la que estoy empleando para redactar esta entrada, implica un cambio de paradigmas mentales. De seguro las personas que me rodean, harán quizá procesos similares o diferentes, pero a ninguna de ellas parece sorprenderles el hecho de que compartamos un espacio físico y otro virtual.

El recorrido que presenta Royo sobre el desarrollo de la información (infografía), sistemas visuales de transmisión de la información (señalética), sistemas de identidad visual (marca) y la información compartida (internet) evidencia la realidad cambiante y vertiginosa del mundo digital. Lo que en un momento presuponía una revolución, quedaba atrás en sólo una década.

Nombres van y vienen, pero lo que me gustaría rescatar es cómo las personas vamos aprendiendo a movernos de una interfaz a otra. Ya sean computadoras, videojuegos, celulares o cualquier otro gadget, las posibilidades de modificar los canales de comunicación se amplían día a día. Comunicarnos los uno a los otros abraza ideas diferentes a la velocidad y se acercan a la inmediatez. Si me imagino qué es lo que vendrá, no puedo responderlo, pero tendré que aprender a moverme con él. He ahí el reto. Llegue lo que llegue, habrá que aprender a usarlo y hacerlo nuestra herramienta asimilada.

2 comentarios:

Pac Morshoil dijo...

¡¡Qué gusto leerte de nuevo!!

Curiosamente ando de visita en casa de Vigotski, platicando del asunto de las herramientas mentales, con ese mismo enfoque, para el editorial de la Paideia que se viene, que tratará sobre Tecnología y Literatura =D. ¿Iluminación o comunicación telepática?

El tema, vasto y delicioso, como para disfrutarlo con café. Acaso haya oportunidad uno de estos años.

Abrazo.

Alessa dijo...

Chanse y sí, Morshoil. Interesante tema para la Paideia. Ahí luego pasas el ejemplar a Los Arcos, no? Me saludas al Lev-leví Vigo-vigotski. Dile que revise sus uñas porque la otra vez...

...
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Tú nomas dile eso.

Saludines felices :D