martes, 26 de julio de 2011

..estamos de vacaciones de verano...

...como siempre, no se sienten como vacaciones. Entre la planeación del semestre que está por empezar, los dolores de la organización académica, la entrega de reportes, memorias, evidencias, más las exposiciones, ponencias y, como cereza del pastel, los cursos de actualización, estoy cansada. Tengo en la cabeza muchos pequeños proyectos y pendientes que me estresan y me quitan el sueño por la noche.

Creo que estraño mis clases...

Lo bueno de las clases es que los alumnos te hacen meter en una rutina bastante amable. Muy rápido, nos podemos poner al corriente y hasta ir felices a clases. Lo malo es que es una rutina ficticia porque los exámenes están para hacernos querer arrancarnos los cabellos cuando estamos seguros que todo va bien. Esos alumnitos llorosos y los justificantes de todo hacen volvernos locos.

Sin embargo, lo bueno de las vacaciones es que los horario son más flexibles y puedo tener ciertas libertades. Por ejemplo, no entro a las 8, pero de que hay que chambear, ¡hay que chambear! No puedo faltar a las juntas ni a los cursos...


Me encantaría que me dieran una buenas vacaciones... como cuando era estudiante y el cambio de semestre, era un borrón y cuenta nueva. Me encantaban las vacaciones de fin de semestre porque no había tareas ni lecturas obligatorias: había que pensar qué hacer con tanta libertad. Como maestra, estoy preparándome para lo que vendrá. Está bien visualizarse en los próximos seis meses, pero me genera una ansiedad de la mala, de esa que se siente antes de ir al doctor sabiedo malas noticias o llegando a un exámen para el que no te sientes preparado. ¿Qué tendré amarrado con ese trauma?

Lo que rescato de vacaciones es ver a la familia, recibir visitas de amistades perdidas, encontrame con gente en la calle... Luego, están las actividades felices (como tomar café en la azotea) las esperanzadoras (como iniciar mi último trimestre de maestría) y las que tienen gustos divertidos (ver películas, acostarse tarde, conbeber...). Sí, me gustan las vacaciones, pero ¿no podría ser mejores..?

3 comentarios:

le consentement tacite dijo...

A mí me gustaría más días para dormir y ver películas sola. Tienes razón, las vacaciones, una vez que trabajas, no rinden. Pienso seriamente regresar a la vida estudiantil en un año para poder respirar un poco más :). A estas alturas nunca conseguiré preparar un platillo digno para arrancarme el estigma de que soy inútil en la cocina XD. Me deben dos días, pero no podré hacer maravillas con ellos. Sin embargo, estoy contenta.
Lindo leerte otra vez. Abrazo

Kazu dijo...

Ne Ale, ¿si quedó claro que no tengo problema con que uses el post de la feria del libro? El último comentario me pareció raro XP

saludos

Alessa dijo...

Me quedó claro, no te preocupes! Lo usaré.