domingo, 27 de abril de 2014

...estuve arreglando jardín y terraza...

Un día de estos...
...se me ocurre voltear a mi vecino y descubrir un triste escenario de olvido. ¿Por qué no hacen nada...? Días después, salgo y volteo a ver mi propia casa y advierto un escenario de olvido. ¿Por qué no hemos hecho nada...?

Xalapa, como cualquier urbe, tiene fachadas de todos los estilos. Ventanas de diversos tamaños, acabados, rejas, jardines, aleros, cocheras, recibidores y decorados conforman estos espacios. Caminar de nuestra casa a cualquier punto nos permite ver cómo es que cada familia, empresa, negocio o institución mantiene ese espacio público que une el adentro y el afuera. La fachada es el frente de nuestras casas, lo que ve la comunidad del espacio en donde vivimos. ¿Te has puesto a pensar qué dice de ti tu fachada?

Hay casas que sugieren amabilidad, cordialidad e invitan a acercarse; otras, son agresivas y erigen altos muros con cámaras y cercos eléctricos. Unas son verdaderas selvas por la vegetación que crece libre, otros paraísos encantadores, idilios temáticos o escenarios de terror y miseria. Las fachadas nos hablan de las personas que hacen útil ese espacio. Nos dicen si la cochera está en servicio, si hay niños o mascotas, si las personas viven fuera todo el día, si reciben visitas frecuentemente, sus creencias religiosas, el tiempo o los recursos con los que cuentan.

En medio del ajetreo diario, cada vez que entramos y salimos de nuestras casas, pocas veces nos volvemos hacia ellas para preguntarnos cómo están. ¿Cuándo fue la última vez que le echaste una manita de gato a la pintura? Si tienes arrietes o parterres, ¿están atendidos y podados? ¿Son basureros públicos? Si tienes la fortuna de tener los cristales y herrería limpios, siempre aparecen musgos y plantas silvestres que crecen tímida pero persistentemente en la comisuras. ¿Cuándo los atendiste? Si tienes balcón o espacios verdes, procúralos y no dejes que tus especies se sequen, ahoguen, ni crezcan sin control. Aprender de tus plantas te hace sensible a sus necesidades. Si tienes mascotas, no las abandones en las azoteas; es tristísimo ver perros y aves asoleadas, mojadas bajo la lluvia o pidiendo auxilio cuando están olvidados. Por último, evita la acumulación del mal de todo mexicano: triques, tiliches y cachivaches. Acaba con las lonas, plásticos, cubetas y demás artilugios "de mientras" y proponte un tiempo (y presupuesto) para poder hacer los ajustes formales que necesita tu fachada.

Las fachadas hablan de nosotros y más que ser un cliché del "como te ven te tratan", es importante que recordemos que existen. Las fachadas son un pedacito de la ciudad que puedes cuidar y que deben ser consideradas. Si mi calle tiene 10 casas y mi fachada está atendida, será 10% más bonita; quizá mi vecino se anime y sea 20% más agradable transitar por ella. Cuidemos nuestros espacios comunes y contribuyamos en hacer mejor nuestra Xalapa.

[Para Xalapa Limpia]

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